Disturbios en la Vuelta: la policía carga contra los manifestantes que obstaculizan la carrera

La intervención policial se intensifica cuando los manifestantes propalestinos invaden distintos puntos del trazado final de la Vuelta Ciclista a España, provocando una situación de extrema tensión que obliga a detener la carrera.

Cargas policiales y lanzamiento de objetos

Los agentes antidisturbios actúan con contundencia ante el lanzamiento de vallas de contención y botellas en la meta situada en Cibeles, mientras que en la zona de El Paseo del Prado, desde Atocha, aumenta la presión sobre el pelotón. "En algunos puntos se han podido ver a encapuchados lanzando objetos a la Policía, con lo que los agentes han tenido que cargar para restablecer el orden", informan fuentes de seguridad.

Alteración del recorrido y neutralización de la etapa

La organización de la Vuelta anuncia alrededor de las 17:30 horas un cambio de trazado que no había sido comunicado previamente, desviando a los ciclistas para evitar el centro de Alcobendas. A pesar de la modificación, los corredores se ven obligados a parar a la entrada de Madrid, reanudando la marcha en una carrera neutralizada solo para volver a detenerse a pocos metros.

Cancelación definitiva y consecuencias

Ante la persistencia de las protestas y la ocupación del recorrido, la etapa se da por cancelada. Los ciclistas abandonan sus bicicletas y se suben a los vehículos de sus equipos, marcando el cierre de la 90ª edición de la ronda española. Esta situación se suma a la veintena de detenciones previas por desórdenes públicos en etapas anteriores, enmarcadas en actos de protesta en apoyo al pueblo palestino y en denuncia del conflicto en Gaza.

Contexto y seguridad

Las cargas policiales subrayan la complejidad de garantizar la seguridad en eventos deportivos de gran magnitud ante manifestaciones simultáneas. La coordinación entre organización, fuerzas de seguridad y autoridades locales se vuelve crucial para evitar daños personales y mantener el control del evento.