Revolución administrativa catalana: la IA transforma la Generalitat de Catalunya y la acerca a las potencias de Europa
Catalunya mentiene su apuesta por la Inteligencia Artificial y dispara la administración catalana hasta el nivel de las regiones más avanzadas de Europa
La integración de la inteligencia artificial (IA) en el sector público es un proceso complejo que exige mucho más que tecnología. Supone un cambio cultural, organizativo y ético que requiere gobernanza, datos de calidad y recursos suficientes. En el caso de Catalunya, la administración autonómica ha emprendido en los últimos años un camino decidido hacia la digitalización y la aplicación de la Inteligencia Artificial.
La Generalitat ha protagonizado un avance significativo en la incorporación de la inteligencia artificial a su administración pública. Uno de los pasos más relevantes ha sido la creación de la Direcció General d’Intel·ligència Artificial, Eficiència i Dades de l’Administració, un nuevo órgano adscrito al Departament de la Presidència, cuyo propósito es el de lograr que el 60 % del personal público utilice herramientas de IA en su trabajo cotidiano antes de finalizar 2025, y alcanzar la plena adopción —el 100 %— al cierre de la legislatura, en 2028.
El compromiso institucional se ha materializado en proyectos concretos. La Generalitat ha puesto en marcha una herramienta basada en IA aplicada al ámbito medioambiental. Este sistema automatiza la redacción de informes técnicos y elimina buena parte de la burocracia. Gracias a este sistema, se estima un ahorro de hasta 800 horas anuales en tareas repetitivas de bajo valor añadido, lo que permite que los técnicos se concentren en labores más analíticas y de mayor valor.
Otra de las iniciativas destacadas es el desarrollo de la plataforma de subvenciones TSCat, que incorporará un sistema de recomendación capaz de sugerir trámites de forma proactiva al ciudadano. De esta manera, la inteligencia artificial dejará de ser una herramienta interna para convertirse en un instrumento que simplifica la relación entre la administración y las personas. Facilitando la vida del ciudadano, que muchas veces se siente abrumado por todos los trámites que debe enfrentar.
En paralelo, la Generalitat ha promovido programas de formación y capacitación en IA para su personal, impulsados desde la Escola d’Administració Pública de Catalunya (EAPC). Cursos, seminarios y jornadas que sirven para acercar la tecnología al funcionariado y fomentar una cultura organizativa más abierta al uso de datos y algoritmos.
Desde la creación de la nueva dirección general, el Govern ha anunciado la revisión y rediseño de hasta 120 procedimientos administrativos durante los próximos cuatro años, aplicando técnicas de automatización e inteligencia artificial. Este proceso pretende modernizar la gestión pública y liberar recursos humanos para tareas de mayor impacto y agilizar los trámites.
En conjunto, estos avances reflejan una visión estructural sólida. Catalunya no se ha limitado a experimentos aislados, sino que ha incorporado la IA a su estrategia institucional. Sin embargo, el grado de madurez todavía es desigual: aunque los proyectos reales confirman un impulso sostenido, la mayoría se encuentra aún en fase piloto o de implementación inicial. Por lo que estamos a las puertas de un sistema público gestionado a base de inteligencia artificial.
Los retos principales se centran en ampliar la escala de uso y en mejorar la transparencia y las métricas. Todavía no existen datos públicos claros sobre cuántos servicios o trámites emplean realmente sistemas de IA, ni indicadores que permitan evaluar el impacto en eficiencia, costes o satisfacción ciudadana. A ello se suma la necesidad de pasar de los proyectos piloto a la producción masiva, y de garantizar que los sistemas se apliquen con criterios de ética, equidad y explicabilidad.
Comparativa con otras grandes regiones europeas
Región de Baviera (Alemania)
En Alemania, y especialmente en Baviera, la digitalización de la administración pública es un eje central de su política regional. El gobierno bávaro ha impulsado desde 2019 el programa “Bayern Digital II”, que integra proyectos de inteligencia artificial para modernizar servicios públicos en áreas como movilidad, salud y transporte. A través de su Centro de IA (Bavarian AI Center) y de una fuerte inversión en infraestructuras de datos, la región ha logrado situarse como una de las líderes europeas en automatización administrativa.
Los servicios públicos bávaros ya aplican IA para la gestión de tráfico urbano, la optimización energética de edificios públicos y la predicción de demandas sanitarias, en colaboración con universidades y centros tecnológicos. Este modelo, basado en una estrecha cooperación público-privada, ha permitido que el uso de la IA se integre de manera transversal en distintos departamentos.
Comparativamente, Catalunya aún está un paso por detrás de Baviera en la integración total de servicios mediante IA. No obstante, su estructura más ágil y su enfoque estratégico centrado en la eficiencia y los datos la posicionan favorablemente para avanzar rápidamente en los próximos años.
Región de Île-de-France (Francia)
En Île-de-France, la región más poblada de Francia, se adoptó en marzo de 2025 una estrategia llamada “Numérique et intelligence artificielle responsable”, que combina innovación tecnológica con una firme orientación ética, sostenible e inclusiva. En noviembre de 2024, la prefectura regional organizó un “Innovathon IA” destinado a que los empleados públicos desarrollaran y prototiparan soluciones de IA aplicadas a los servicios públicos.
Además, en marzo de 2024, se firmó un acuerdo de cooperación con la escuela aivancity, para formar al personal público y desplegar asistentes inteligentes en centros educativos y dependencias administrativas. Esta combinación de estrategia, proyectos concretos y colaboración público-privada ha convertido a la región francesa en un referente. Catalunya comparte parte de esa visión estructural, aunque Île-de-France opera con una escala y visibilidad mayores.
Países Bajos
En los Países Bajos, la madurez de la IA en la administración pública también es notable. Según la agencia TNO, el gobierno neerlandés ha identificado más de 430 sistemas de inteligencia artificial en uso o desarrollo, de los cuales 167 aún se encuentran en fase experimental. La apuesta holandesa se centra en consolidar infraestructuras de IA y en flexibilizar la normativa para facilitar la adopción de estas tecnologías entre los empleados públicos.
No obstante, incluso allí persisten desafíos relacionados con la transparencia, la evaluación de riesgos y la supervisión ética de los algoritmos. Este ejemplo demuestra que incluso las administraciones más avanzadas no están exentas de tensiones entre innovación y regulación.
En una síntesis comparativa, Catalunya se sitúa en una posición intermedia. Su visión estratégica es sólida y cuenta con una dirección general específica para IA, algo que muchas administraciones europeas todavía no han institucionalizado. Sin embargo, en términos de madurez operacional, volumen de proyectos y escala de impacto ciudadano, regiones como Île-de-France o los Países Bajos van un paso por delante. La ventaja catalana puede residir en su tamaño intermedio, que facilita una implantación más ágil y adaptable si los recursos se gestionan con eficacia. Eso sí, Catalunya tiene la oportunidad de ser una región líder en Europa si mantiene ua apuesta firme por la IA.
¿En qué punto se encuentra Catalunya?
Catalunya se encuentra en una fase de transición. La etapa de planificación estratégica ya está superada: se han definido los objetivos, creado los órganos responsables y trazado una hoja de ruta hasta 2028. Actualmente, la administración está inmersa en la fase de pilotos y primeros despliegues, con proyectos operativos en ámbitos medioambientales, de subvenciones y de simplificación de trámites.
El gran reto será alcanzar la fase de escalado y maduración, donde los sistemas se integren de forma rutinaria en toda la administración y se midan sus efectos con precisión. Los indicadores a observar incluirán el porcentaje de servicios que utilizan IA, la reducción de tiempos y costes administrativos, la transparencia algorítmica y el nivel de formación del personal público.
Según la Generalitat, la dirección general de IA estará plenamente operativa antes del verano de 2025. Hasta la fecha, se han invertido alrededor de 6,6 millones de euros en proyectos de inteligencia artificial, una cifra modesta pero creciente. Sin embargo, la mayoría de las iniciativas continúan teniendo un alcance limitado y se encuentran en una etapa inicial, lo que sugiere que la “masa crítica” aún no se ha alcanzado.
Catalunya vive un momento crucial en la integración de la inteligencia artificial en su administración pública. La estrategia está definida, los primeros resultados son visibles y el compromiso político parece firme. No obstante, el verdadero desafío no reside en la planificación, sino en la ejecución con escala y transparencia.
Si la Generalitat consigue convertir la IA en una herramienta habitual, medible y útil para la ciudadanía —reduciendo la burocracia, mejorando la eficiencia y fortaleciendo la confianza pública—, podrá situarse como una referencia en el sur de Europa en el uso ético y responsable de la inteligencia artificial. De este modo, entre 2025 y 2028 se decidirá si esta apuesta se convierte en una transformación real o se queda en una promesa. El potencial existe; ahora el reto es consolidarlo.
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