Bajo el lema “¡Basta! centrémonos en la recuperación”, las organizaciones empresariales catalanas preparan un gran acto reivindicativo para el próximo jueves día 4 en Barcelona. Los ataques a los comercios durante los actos vandálicos en la ciudad, han colmado el vaso de su paciencia.
El economista francés sostiene que la dimensión económica es trascendental para entender lo que sucede en Catalunya.
Esta es una de las principales conclusiones del informe 'Temas candentes de la economía catalana', elaborado por PwC por petición de Foment del Treball.
Catalunya sigue como líder en número de concursos de acreedores en España. Los datos no son nada halagüeños y todo apunta a que en el conjunto de 2019 esta comunidad superará los 403 concursos que registró en 2018.
El presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España señala como "muy preocupantes" los graves altercados sucedidos en Catalunya.
"Para la marca Bacelona y para el conjunto de España no es bueno", ha indicado Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas (CGE).
Catalunya sigue creciendo, pero la pendiente de descenso de ese incremento es más pronunciada que en Madrid, ya que la primera crece en el orden del 2%, mientras que la segunda lo hace sobre el 3%.
En lo que va de año se disolvieron 13.450 empresas, un 2,97% más.
"Resulta fundamental entender que, si bien no se han hecho realidad aquellos augurios que presagiaban una caída radical de la actividad económica en Catalunya, la pérdida de poder económico empieza a notarse", ha razonado Brugera.
De cara a 2019, esta desaceleración continuará y el crecimiento de Catalunya se moverá entre el 2% y el 2,5%, siguiendo una tendencia que se considera "normal".
El PIB catalán ha pasado de representar el 18,9% en 2000 en el conjunto de la economía española al 19,2% en 2017, mientras que Madrid ha aumentado del 17,7% en 2000 al 18,9% el año pasado.
La memoria anual del Consell General de Cambres de Catalunya señala los buenos datos macroeconómicos de la industria y el comercio exterior.
El informe prevé que el crecimiento previsto para 2018 y 2019 permitirá crear 136.000 puestos de trabajo y la tasa de paro se reducirá hasta el 9,6%.
El cuarto trimestre del año pasado estuvo "castigado por el tema del planteamiento independentista".
Esta evolución negativa contrasta con la inversión del primer semestre del año, cuando subió un 20,6% respecto al mismo periodo de 2016.
La gran mayoría (1.508) de las empresas que salieron de Catalunya desde el 2-O tenía su sede en la provincia de Barcelona, mientras que 35 salieron de Girona, 67 se trasladaron desde Lleida y 71 lo hicieron desde Tarragona.
La evolución hasta septiembre viene marcada por la consolidación por integración global de los resultados del banco portugués BPI desde febrero.
Tiene sede social en Andalucía, Asturias, Cantabria, Catalunya, Euskadi, Galicia, Comunidad de Madrid y Comunidad Valenciana.
El documento de la Conselleria de Economía de la Generalitat también describe el cambio de sedes sociales de los bancos como posible presión para evitar una DUI y el traslado de empresas como un movimiento transitorio y reversible.