Activistas de Greenpeace USA han colocado esculturas de hielo derritiéndose de ambos mandatarios frente al edificio de la ONU en Nueva York, donde, originalmente, iba a tener lugar la reunión, para denunciar su inacción frente al cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
Uno de los mantras que se ha instalado en la sociedad es que los objetos de usar y tirar son más seguros que los reutilizables, lo que puede provocar que se aumente sustancialmente el consumo de plásticos.
"Quiero hacer de este mundo un lugar más sostenible y el camino actual, sobre todo con los plásticos de un solo uso, no tiene un largo recorrido".
Greenpeace alerta de que el 80% de los recursos ambientales de la costa española está "en recesión" por la urbanización masiva y reclama una nueva ley de costas.
La organización ambientalista ha pintado un sol de 50 metros con 2.000 litros de pintura ecológica. Greenpeace ha querido reivindicar las energías renovables.