El primer ministro moldavo, Dorin Recean, había advertido la semana anterior que Rusia estaba gastando millones para "tomar el poder" mediante esquemas de compra de votos a gran escala y miles de ciberataques contra infraestructura gubernamental crítica.
El objetivo de estas operaciones sería debilitar las relaciones de la isla con Copenhague.
El texto alerta sobre la "manipulación de la tecnología digital y la inteligencia artificial"