Europa ha respirado tranquila con la victoria de Macron, un político que durante toda su campaña ha manifestado su voluntad de seguir perteneciendo a la UE y potenciar la presencia de su país en la misma.
Macron se presenta como un político líquido, es decir adaptable a lo que le interese en cada momento, afirma no ser de derechas ni de izquierdas, la nada ideológica, pero la verdadera realidad es que es el lobo con piel de cordero.
Por eso la pregunta que hoy nos hacemos es muy simple y al mismo tiempo terrible: ¿Y si en Francia fracasa el pacto republicano, nos acercamos, tal vez, al fin de la Quinta República?
Las urnas volverán a abrirse el próximo domingo 7 de mayo, ya para elegir de forma definitiva el sustituto de François Hollande en el Elíseo.
Ha sido a petición de Francia, que la investiga por haber publicado en las redes sociales fotografías de ejecuciones de la organización terrorista.
¿Es Emmanuel Macron, aspirante a la presidencia de Francia en las próximas elecciones del 23 de abril y, eventualmente, el 7 de mayo, la “gran esperanza blanca” en el país galo?
Los sondeos señalan que la presidencia se la disputarán la ultraderechista Marine Le Pen y el candidato de derecha François Fillon.