La responsabilidad individual solo incumbe a la persona y el Estado no tiene, o no debería tener, ninguna capacidad de intervención siempre que la acción del individuo no cause perjuicio a otros. En este sentido, la responsabilidad individual es sinónima de libertad individual.
"Sin unos comportamientos empresariales profundamente éticos, no es posible el funcionamiento armónico de las economías modernas", ha explicado el presidente de CaixaBank.
El director de RSE de Calidad Pascual, Francisco Hevia, ha llamado a un cambio de paradigma para volver a situar a la persona en el centro de la actividad empresarial.