La mala gestión de Joan Oliver fuera y dentro del fútbol
La situaciónde bancarrota y de descenso en la que se encuentra actualmente el Reus Deportiu en Segunda División es otro negocio fracaso de la trayectoria de su actual presidente, quién también falló en sus negocios con el expresidente del Barça Joan Laporta.
Tras 110 años de existencia, el Reus Deportiu se ve ahora sumido en una grave crisis económica que amenaza con la desaparición del club, que se encuentra en la zona de descenso de la Liga 1 2 3.
Las deudas generadas por la mala gestión durante 4 años de su presidente, Joan Oliver, evidencian la falta de diligencia del mandatario para sus negocios, engrosando su trayectoria de fracasos empresariales en clubes deportivos como ya hizo en el FC Barcelona.
A la trayectoria empresarial de Oliver, aparte de llevar al Club Reus Deportiu a la quiebra, se añade que también dirigió TV3 los últimos años del Govern de Jordi Puyol, además de ser director general del FC Barcelona entre 2008 y 2010, siendo la mano derecha de Joan Laporta.
Durante ese cargo en la directiva azulgrana, a Oliver se le acusó de vigilar a 4 vicepresidentes con dinero del club y cerrar su etapa en el cargo con pérdidas de más de 50 millones de euros y un activo patrimonial negativo.
Junto a él, en 2014, otros exdirectivos del Barça como Xavier Sala i Martín o Rafael Yuste vinieron al Reus a hundir económicamente a otro equipo catalán.
Hasta el momento, los jugadores reusencs llevan 3 meses sin cobrar sus sueldos. Una cantidad que se estima como unos 5,3 millones de euros. Finalmente, la plantilla del Reus ha denunciado ante la Comisión Mixta Liga-AFE (Asociación Futbolistas Españoles) para exigir que sea su junta directiva, y no estas dos organizaciones, quién se haga cargo de los pagos.
Por ello, ayer, la plantilla apareció toda unida en comparecencia para leer un comunicado oficial de la voz del capitán Jesús Olmo ante los medios.
El documento marca el ultimátum de principios de semana para recibir el pago. De lo contrario, los jugadores tendrán derecho a rescindir sus contratos y quedar libres en el mercado, lo que supondría la disolución de la entidad al no tener el mínimo de fichas disponibles para jugar en la competición.
Ante el desencanto y la indignación, la afición del Reus ha convocado esta tarde una manifestación antes del partido de Copa del Rey recibiendo al Córdoba para mostrar su disconformidad con la gestión de la entidad, una vez más de Joan Oliver al frente del club deportivo, en unas horas críticas para el histórico equipo catalán.
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