Las negociaciones entre el PDeCAT y la Crida encallan por las presiones de Puigdemont
Mientras que desde la Crida se apuesta por formar un partido nuevo, el PDeCAT no quiere desaparecer en el partido personalista del expresident.
Las negociaciones entre el PDeCAT y la Crida siguen encalladas al no lograr ningún acuerdo sobre la reordenación de los diversos actores del espacio político de JxCat por lo que no se descarta ningún escenario.
Aunque en un principio los posconvergentes apostarían por coaligarse con la Crida para presentarse a las próximas elecciones autonómicas, nada está cerrado y para que esa coalición sea posible, el PDeCat exigirá "un reconocimiento mutuo de ambos actores".
Así lo han explicado fuentes de la negociación, tras la reunión la tarde de este miércoles entre el presidente del PDeCAT, David Bonvehí, y el presidente de la Crida, Jordi Sànchez, en Lledoners, y la que el primero mantuvo el martes con el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont en Bélgica.
Por ello, ambas partes han acordado celebrar más reuniones durante la semana que viene en Lledoners para intentar conseguir un acuerdo.
En una entrevista de Europa Press, el portavoz del PDeCAT, Marc Solsona, reivindicó la centralidad que representa su partido, y llamó a concretar "qué modelo de país se quiere, más allá del objetivo nacional" en dichas negociaciones.
También advirtió de que, si no hay acuerdo, el PDeCAT existe y seguirá existiendo, y que son los únicos que pueden activar los mecanismos necesarios para concurrir a unas elecciones: "Nosotros estamos, no nos escindimos de nadie. La idea es si se quiere ir con nosotros o no".
Sin embargo, desde la Crida se apuesta por formar un partido nuevo, que aglutine todos los actores del espacio político.
Otras fuentes consultadas de la negociación reivindican la fuerza de Puigdemont al frente del movimiento, y más después del acto de Puigdemont en Perpignan (Francia), por lo que no comparten que el PDeCAT rechace disolverse dentro de JxCat.
"Bonvehí se lo está cargando todo", apuntan críticos con su gestión, por lo que desde ambas partes no se descarta la ruptura y concurrir por separado a las elecciones.
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