La semana pasada escribí sobre el pesimismo que rodea a la afición espanyolista con los movimientos de jugadores que se están produciendo en los últimos días. La marcha de Sergio García y de Lucas Vázquez, por no recordar el adiós de Colotto que ya parece tan lejano, fueron dos golpes que costó asimilar pero que supongo que con los ardores de las temperaturas quedaron en un segundo plano. Hubo quién me criticó por mi pesimismo responsable, ese estado en el que la cabeza te dice una cosa y el corazón otra.
La semana pasada escribí sobre el pesimismo que rodea a la afición espanyolista con los movimientos de jugadores que se están produciendo en los últimos días. La marcha de Sergio García y de Lucas Vázquez, por no recordar el adiós de Colotto que ya parece tan lejano, fueron dos golpes que costó asimilar pero que supongo que con los ardores de las temperaturas quedaron en un segundo plano. Hubo quién me criticó por mi pesimismo responsable, ese estado en el que la cabeza te dice una cosa y el corazón otra.
Pero creo que hay que ser "pesimista responsable" porque no solo se nos marchan dos de los estandartes, sino que ahora peligra la continuidad de otro de los capitanes. Me refiero a Kiko Casilla que parece que enfoca hacia la meseta y que lo podemos ver vestido de blanco? o de amarillo pero con otro escudo en su camiseta. Otro que se puede ir, aunque el presidente lo ha desmentido rotundamente.
Vaya por delante que tenemos la portería garantizada con Pau, que la temporada pasada nos demostró que es un guardameta con garantías y con un gran nivel. Pero la posible y publicitada marcha de Kiko viene a reforzar mi idea de que además de fútbol, en el terreno de juego queremos líderes. A la rumorología también se suma el uruguayo Stuani que ahora parece tener ofertas de clubs turcos e ingleses.
En los equipos de fútbol hay dos componentes que necesitan de una conjunción: el liderazgo en el terreno de juego y el liderazgo en el vestuario. Joan Collet va perdiendo los referentes en el vestuario porque tanto Kiko (que lo sigue siendo pero puede dejar de serlo) como Sergio y el propio Colotto eran piezas fundamentales a la hora de negociar, por ejemplo, el aplazamiento del pago de fichas. Ese es problema del secretario técnico, del entrenador y de la directiva. Y veremos si los equilibrios se pueden mantener con un plantilla más joven y con menos temple. Confío en Javi López y Álvaro para esta tarea.
Y tal vez estos dos nombres sean los únicos referentes en el terreno de juego que es donde los aficionados queremos ver espectáculo y compromiso. Veremos hasta donde somos capaces de llegar en ambos cometidos.
En la pasada semana solo una cosa agrandó el ego de la "minoría maravillosa". Ha sido la presentación de la nueva equipación. A mí me gusta la primera y especialmente la segunda que me trae a la mente recuerdos de los años ochenta cuando jugamos la UEFA. Ojala la próxima temporada podamos conjugar esa palabra.
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