Estoy convencido que una de las decisiones más complejas y difíciles de tomar para un ser humano es la de emigrar de su país. Lo que para muchos es una alternativa más de las tantas que se nos presentan en el camino, la migratoria es de las más complejas. No hay manera de no llevar sobre los hombros un fuerte bulto y que a mayor edad más pesado se nos hace.
Estoy convencido que una de las decisiones más complejas y difíciles de tomar para un ser humano es la de emigrar de su país. Lo que para muchos es una alternativa más de las tantas que se nos presentan en el camino, la migratoria es de las más complejas. No hay manera de no llevar sobre los hombros un fuerte bulto y que a mayor edad más pesado se nos hace.
Desde hace quince años y vinculado a la difícil situación a la que se ha sometido al país, miles de venezolanos han optado por la vía de la huida, de la escapada, del que me voy antes que sea tarde. No sin razón muchos se van. Ya no hay un rincón del mundo en donde no encontremos un venezolano apostando a la sobrevivencia. Para todos la decisión ha sido dura y más para los que tiene que arrastrar con sus núcleos familiares.
Hay corrientes migratorias desde siempre y hay destinos naturales que, como imanes, atraen a miles que buscan oportunidades económicas o se quieren salvar de las tragedias de sus patrias. En cualquiera de los casos la decisión es difícil y muchas veces la única que se tiene.
En Venezuela, hemos evaluado las motivaciones, en muchos casos se comprenden aunque también hay que concluir que muchos compatriotas no siempre toman la mejor decisión. Las razones objetivas y sus capacidad para enfrentar el reto es a veces menos gratificante. No son pocos los emigrantes arrepentidos, que no evaluaron sus capacidades para someterse a tamaña decisión. La vida en otras latitudes puede también estar llena de sinsabores. Por ello hemos insistido en lo importante que es prepararse y evaluar debidamente antes de hacer la maleta.
Lo más triste de todo es que no se comprenda que de todos los abusos a los que se ha sometido la nación como es la corrupción, la inseguridad, la desinstitucionalización, la pérdida de nuestras riquezas entre otras, la más grave de todas y la más difícil de recuperar en el futuro es la pérdida de nuestro capital humano.
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