¿Puede la estimulación cerebral personalizada tratar la depresión?
Los investigadores creen que la depresión se puede tratar desde dos regiones diferentes del cerebro.
@EP
Los avances científicos siguen intentando encontrar soluciones algunos problemas que siguen estando en el día a día de las personas. En este caso, una mujer de 36 años, que estaba gravemente deprimida y con ansiedad de que era una niña, fue una paciente experimental. Se le aplicó una descarga eléctrica en una zona muy profunda de su cerebro. En ese momento, el equipo de profesionales se quedó completamente parado cuando vieron a la mujer sonreír.
La paciente en cuestión se había sometido a todo tipo de pruebas, medicamentos y terapias, pero ninguna de ellas había tenido éxito. Ninguna funcionaba, pero este dispositivo de estimulación cerebral profunda (DBS) envío una descarga al lugar correcto dentro de su cerebro. De hecho, se ha convertido en la primera persona que se somete a este tipo de tratamiento experimental.
El ensayo fue publicado en la revista Nature Medicine y tiene como autores a dos investigadores de la Universidad de California en San Francisco. Los autores son Katherine Scangos y Andrew Krystal calificaron este nuevo proceso como algo más que notable en sus carreras.
“Nadie había operado de esta manera antes, nunca, en la terapia de la depresión”, ha reconocido Krystal. En este sentido, los investigadores quiere saber si este tratamiento puede ser útil en otros pacientes y poder realizar una nueva terapia de depresión personalizable y efectiva para las personas que no han podido tener ninguna otra solución.
¿CÓMO SE HA LLEGADO A ESTA CONCLUSIÓN?
Los investigadores pudieron identificar en la zona del cerebro unos marcadores biológicos que indican que los síntomas están llegando, así que implantaron un dispositivo para poder administrar una pequeña estimulación eléctrica dirigida a esa zona concreta y así aliviar la depresión.
El equipo de la UCSF utilizó un implante llamado NeuroPace. Un dispositivo que aún no ha sido autorizado para utilizarse de forma más general para poder tratar la depresión de las personas a las que no les ha funcionado ningún otro tratamiento. De hecho, el neurocirujano y autor del estudio explicó que tuvieron que crear una infraestructura nueva para que ese dispositivo funcionara.
Este descubrimiento de Chang se dio hace algunos años. Estaba tratando a pacientes epilépticos y pudo observar como la estimulación eléctrica cambiaba el estado de ánimo, ansiedad y los síntomas depresivos que tenían. A partir de aquí se empezar a hacer dos ensayos clínicos para estudiar su viabilidad.
En el caso de los tratamientos con los DBS envían de manera constante una descarga de electricidad al cerebro a aquellas personas que sufren de epilepsia o Parkinson. No obstante, el caso de esta mujer fue diferente. Se ha utilizado un tratamiento que lanza la descarga durante seis segundos y que se identifica a través de un biomarcador depresivo específico.
Krystal se mostró asombrada de lo conseguido con la paciente. "La idea de estimular a alguien y saber que su depresión se ha ido es impresionante. Con esta experiencia acceden a sentirse tan bien como no lo han hecho en años y tienen esperanza", ha comentado.
CENTRADOS EN VARIAS ZONAS
Los médicos han realizado el estudio y han llegado a la conclusión de que para tratar la depresión se puede hacer desde dos regiones diferentes del cerebro. Chang ha reconocido que están empezando a conocer parte de la complejidad que está involucrada con la forma en que se regula el estado de ánimo.
Como pasa con todas las investigaciones, los médicos aún tienen muchas dudas sobre varias cosas. Una de ellas es saber cuánto tiempo necesitará la paciente para tener el dispositivo en su cerebro o si los circuitos que están dentro del cerebro van cambiando con el tiempo. Pese a ello, lo que sí pueden hacer es programar el dispositivo y que la batería, con este tratamiento, dure prácticamente una década.
Gracias a este tratamiento experimental, la paciente ya no tiene pensamientos suicidas y ha podido recuperar muchas de las emociones humanas.
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