Aena rechaza la gestión compartida del aeropuerto de El Prat ante la presión de Catalunya y otras autonomías
La compañía mantiene la gestión centralizada de sus aeropuertos y asegura que seguirá con sus inversiones de 13.000 millones, mientras sus acciones ceden un 2% tras la comunicación a la CNMV
La solicitud de Catalunya, País Vasco y otras comunidades para participar en la gestión de los aeropuertos españoles ha generado inquietud entre los accionistas privados de Aena. Ante esta situación, el presidente de la compañía, Maurici Lucena, ha dejado claro que la empresa no transferirá competencias a las autonomías y que mantendrá la gestión centralizada de la red aeroportuaria.
Respuesta a los inversores
Aena ha informado a la CNMV sobre su posición tras recibir la carta de Chris Hohn, fundador del fondo TCI y principal accionista privado con un 6% del capital. Hohn alertaba sobre la “presión política y regulatoria” que podría afectar la estabilidad del gestor aeroportuario y pedía asegurar la continuidad del modelo centralizado y la rentabilidad de las inversiones.
En su comunicado, Aena asegura que no existe ninguna propuesta concreta de cogestión de los aeropuertos y que no se ha alcanzado ningún proyecto que requiera una acción inmediata de la compañía. Desde el año pasado, la empresa analiza posibles decisiones políticas para evaluar sus efectos sobre la operación y la estructura de capital.
Defensa del modelo actual y grandes inversiones
La compañía insiste en que preservar la gestión unificada es clave, sobre todo en un contexto de inversión masiva. Aena tiene previsto destinar 13.000 millones de euros en los próximos años a renovar y ampliar infraestructuras como El Prat y Barajas, un esfuerzo que, según la empresa, exige estabilidad en la toma de decisiones y coherencia en la gestión.
Cogestión y regulación
Los partidos independentistas catalanes han defendido la cogestión de El Prat, pero cualquier movimiento en ese sentido se enfrentaría a restricciones legales y regulatorias, dado que Aena es una compañía cotizada. La incertidumbre sobre la posibilidad de cambios ha tenido un impacto inmediato en la bolsa: las acciones de Aena perdían un 2% en la apertura tras la comunicación.
Con esta decisión, Aena refuerza su mensaje: seguirá monitorizando la situación y actuará si fuera necesario para proteger sus intereses corporativos y los derechos de todos los accionistas, manteniendo la gestión centralizada de los aeropuertos españoles.
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