Santiago Posteguillo presenta ‘Los tres mundos’, una mirada a la Roma que conquistó el poder
El autor valenciano publica la tercera entrega de su saga sobre Julio César, explorando la política, las alianzas y los paralelismos históricos con Europa actual. La novela aborda Roma, Galia y Egipto como escenarios interconectados del poder.
En un mundo donde la historia a menudo se interpreta con simplificación, Santiago Posteguillo vuelve a desafiar la memoria colectiva con Los tres mundos (Ediciones B), la tercera parte de su ambiciosa saga sobre Julio César. Con más de mil páginas, la novela no solo reconstruye la épica militar y política del líder romano, sino que ofrece un prisma para reflexionar sobre la política moderna, las alianzas y la estructura de los Estados. Desde Tréveris y Coblenza, ciudades que forman parte del recorrido de su investigación, el autor habla con Europa Press sobre cómo las decisiones individuales y las ambiciones personales repercuten en el destino de imperios y continentes.
Alianzas y poder: las lecciones de Roma
En Los tres mundos, Posteguillo sigue a Julio César durante la conquista de la Galia, pero no olvida la complejidad de Roma ni la influencia de Egipto. Para el escritor, los procesos históricos son inseparables: “Los procesos políticos de lucha por el poder se repiten y se ha demostrado en política que las alianzas sólo por intereses esencialmente personales, y no de beneficio público, suelen acabar mal para el Estado”.
El autor enfatiza que estas alianzas pueden ser lucrativas para los individuos involucrados, pero siempre conllevan un riesgo para la estabilidad general: “Históricamente esas alianzas suelen generar muchos problemas al Estado”.
Aun así, Posteguillo hace un matiz necesario: “Eso es lo que suele pasar y lo que ha pasado en la historia. Del presente no suelo hablar, no tengo ni idea”. Su distinción entre políticos y estadistas ilumina la narración histórica: “El político es aquella persona que ejerce la política pensando solamente en las siguientes elecciones, mientras que el estadista ejerce la política pensando en la siguiente generación”. Y advierte con cierto lamento: “Cuando se juntan muchos políticos y pocos estadistas, la cosa no suele funcionar bien”.
Europa frente a los retos de la historia
A partir de la observación de la historia romana, Posteguillo reflexiona sobre la Unión Europea y sus estructuras: “Europa quizá ha caído en un anquilosamiento de estructuras que la desvitalizan”. Para él, la arquitectura política de Roma, aunque más simple, ofrecía mayor agilidad: “Hay que aprender de una Roma que tenía unas estructuras no tan densas”.
El autor compara la velocidad de reacción europea frente a crisis con la de Estados Unidos: “Vivimos en un mundo muy veloz y Europa muchas veces reacciona con demasiada lentitud. Estados Unidos, con una estructura menos anquilosada, toma decisiones con mayor rapidez. No digo que tome las decisiones acertadas, pero sí que las toma con más rapidez”.
Sin embargo, reconoce los logros históricos del proyecto europeo: “Europa ha conseguido que no haya vuelto a haber otra guerra a gran escala en el continente”. Su crítica se centra en la burocracia y el exceso de representación: “Las estructuras europeas son excesivas y eso no facilita la toma de decisiones. Sobran políticos en todos los niveles de representación”.
El ecuador de una saga monumental
Los tres mundos marca el ecuador de un proyecto que Posteguillo prevé finalizar en 2031. Tras Roma soy yo y Maldita Roma, esta tercera entrega completa la “Trilogía del Ascenso”, pero a la vez abre la mirada hacia los escenarios globales de César: Roma, Galia y Egipto.
El autor explica: “César está en la Galia, pero su mente está en Roma, y la situación de Egipto es políticamente muy importante. Por eso esas tres partes”. La obra refleja cómo los destinos de distintas regiones estaban interconectados, anticipando un concepto de globalización que hoy consideramos moderno: “En el 58 a. C., Roma, la Galia y Egipto eran tres mundos distintos que, sin saberlo, iban camino de un único destino”.
Posteguillo añade que la interrelación de los territorios antiguos tiene paralelismos actuales: “Lo que pasa en Europa afecta a Estados Unidos, lo que afecta a Estados Unidos nos afecta a nosotros. Esa globalización ya existía y ha existido siempre”.
Cleopatra: resistencia femenina en un mundo patriarcal
Entre las páginas de Los tres mundos, Cleopatra emerge como una figura indestructible: “En una sociedad tremendamente patriarcal, donde muchos personajes históricos femeninos han sido silenciados, no ha habido manera de eliminar de la historia a Cleopatra”.
Para Posteguillo, la densidad de la narrativa no es un obstáculo para los lectores: “El lector de novela histórica lo único que quiere es que sea entretenida, que tenga páginas porque se lo está pasando bien”. Confiesa su fascinación permanente por Roma: “Siempre se me acaba cruzando algún personaje romano. Y no consigo salir de Roma”.
Mentiras y bulos: la desinformación a través de los siglos
Posteguillo analiza el uso político de la información falsa: “En Roma ya se usaban bulos para transmitir información que no era cierta o bien distorsionada”.
La comparación con la era digital es inmediata: “Hoy en día se sigue utilizando la mentira o la distorsión de la realidad, con el agravante de que se pueden difundir con muchísima mayor velocidad. Eso las hace mucho más peligrosas”.
El autor reclama responsabilidad: “Deberíamos ser mucho más duros con quienes juegan a eso porque puede generarnos muchos problemas”.
Educación y tecnología: advertencia para las nuevas generaciones
Como profesor universitario en excedencia, Posteguillo lamenta el mal uso de la tecnología y la disminución del esfuerzo educativo: “La tecnología es una gran ventaja, pero mal utilizada es un problema”.
Sobre la enseñanza, insiste: “Así solo vas a conseguir gente cada vez menos preparada, menos culta, menos inteligente, menos exigente con quienes nos gobiernan. Y contra eso me rebelo”.
Crítica social: la DANA de Valencia
El escritor, que vive en Valencia, critica la gestión de la DANA de octubre de 2024: “La gestión fue pésima”. Señala tanto la preparación como la respuesta posterior: “Fue pésima previamente, pésima posteriormente y muy mejorable en el tiempo”.
Reconoce algunas acciones acertadas, pero no evita la ironía histórica: “Julio César te hace un puente en diez días sobre el Rin, que no es el Barranco del Poyo. Entonces, hay cosas que no entiendo”.
Historia y poder como espejo del presente
Con Los tres mundos, Santiago Posteguillo no solo narra la epopeya de Julio César y sus conquistas, sino que ofrece una reflexión profunda sobre el poder, la ambición y las estructuras políticas. Roma se convierte en espejo de la Europa contemporánea: un continente brillante, complejo, con enormes logros, pero a veces demasiado lento para reaccionar.
El autor demuestra, con estilo literario y periodístico a la vez, que la historia puede ser entretenida, educativa y un manual para comprender los errores y aciertos de nuestro propio tiempo.
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