ERC en vilo: Pere Aragonès evita pronunciarse en la disputa interna por el control del partido

En medio de las especulaciones sobre el futuro liderazgo de Esquerra Republicana, el expresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha optado por mantenerse al margen del proceso que podría devolver a Oriol Junqueras al frente del partido. Durante una entrevista televisiva, Aragonès dejó claro que no intervendrá en la pugna interna ni respaldará públicamente a ningún aspirante.

El exjefe del Govern, que ha ocupado un lugar destacado en la historia republicana catalana, subrayó que su papel trasciende el de un simple militante. Afirmó que su legado institucional debe ser respetado por todos los sectores del partido, independientemente de sus afinidades personales con los posibles candidatos.

Aunque en el pasado Aragonès se mostró partidario de una renovación profunda en la cúpula de ERC —llegando incluso a apoyar una candidatura alternativa en el último congreso— ahora prefiere no reiterar su postura. Según explicó, ya expresó su opinión en el momento oportuno y considera que insistir sería contraproducente.

No obstante, mostró respaldo a la actual dirección del partido y defendió el derecho de Junqueras a presentarse, apelando a la futura aplicación de la ley de amnistía que podría levantar su inhabilitación judicial.

Sobre su relación con Junqueras durante su mandato, Aragonès recordó que las decisiones estratégicas se tomaban de forma compartida, aunque él asumía la responsabilidad ejecutiva como presidente. Reivindicó la coordinación constante con el líder encarcelado, sin dejar de marcar las diferencias entre el rol institucional y el partidista.

Este posicionamiento prudente de Aragonès añade una capa más de complejidad al debate interno de ERC, que se prepara para definir su rumbo en las próximas elecciones catalanas.