¿Qué hacer ante un mensaje de odio en redes?
Según la guía, el discurso de odio puede adoptar distintas formas
En un contexto de creciente polarización social y agresividad digital, el Gobierno ha publicado una guía oficial para orientar a la ciudadanía sobre cómo actuar ante mensajes de odio en redes sociales. El documento busca ofrecer herramientas prácticas y legales para proteger a las víctimas, contener la difusión de contenidos discriminatorios y contribuir a una convivencia más respetuosa en el entorno digital.
Identificar el discurso de odio: más que un insulto
Según la guía, el discurso de odio puede adoptar distintas formas: texto, imágenes, vídeos, gestos o incluso actos simbólicos. Puede ser discriminatorio, cuando denigra a una persona o colectivo por su raza, religión, género u orientación sexual, o peyorativo, cuando emplea lenguaje despectivo con intención ofensiva.
Entre los colectivos más atacados se encuentran personas de origen magrebí, afrodescendientes, musulmanes, judíos, mujeres, personas LGTBI y personas con discapacidad. La guía subraya que estos mensajes suelen ir precedidos de campañas de desinformación que promueven estereotipos y deshumanizan al grupo objetivo, muchas veces vinculándolos con episodios de inseguridad o incivismo.
Daños más allá de lo digital
El documento advierte que el impacto del discurso de odio no es meramente simbólico. Puede provocar daños psicológicos y físicos en las víctimas, fomentar el aislamiento, aumentar la tensión social y, en casos extremos, desembocar en violencia o crímenes de odio.
Por ello, se hace hincapié en que el usuario de redes tiene un papel activo en la prevención y contención de estos contenidos.
Recomendaciones claras: qué hacer y qué no hacer
La guía detalla varios pasos concretos que cualquier persona puede seguir al encontrar un mensaje de odio:- No compartir el mensaje, ni siquiera con intención de denunciarlo. Difundirlo contribuye a su propagación.
- No interactuar con el autor del mensaje. Responder puede reforzar la agresión o darle mayor visibilidad.
- Guardar pruebas: realizar capturas de pantalla que incluyan el mensaje completo, el nombre del usuario, la fecha y la red social.
- Denunciar internamente en la plataforma (Twitter/X, Facebook, Instagram, etc.) utilizando sus herramientas específicas.
- Recurrir a canales oficiales si el contenido es grave: se puede acudir a la Policía Nacional, la Guardia Civil, la Fiscalía o a la Oficina Nacional de Lucha contra los Delitos de Odio.
Una herramienta para reforzar la prevención
La publicación de esta guía se inscribe en una estrategia institucional más amplia para frenar la proliferación de mensajes que atentan contra la dignidad de las personas y los derechos fundamentales. El Gobierno considera esencial que los ciudadanos sepan cómo identificar y actuar ante este tipo de violencia digital, que no solo afecta a las víctimas directas, sino que erosiona el clima democrático y la convivencia social.
Organizaciones sociales han valorado positivamente la iniciativa, aunque advierten que la prevención debe ir acompañada de educación digital, vigilancia institucional y recursos psicológicos para las víctimas.
La guía ya está disponible en línea y será distribuida a través de centros educativos, asociaciones vecinales, ONGs y entidades de atención a víctimas de delitos de odio.
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