Con una temperatura ambiente de 36°C, el coche negro elevó la temperatura del aire cercano hasta 3.8°C en comparación con el asfalto.
Un estudio europeo con participación de investigadores del proyecto GCAT|Genomes for Life del Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP) apunta que vivir en entornos urbanos con alta densidad edificada, contaminación y pocos espacios verdes incrementa el riesgo de padecer asma.