Miles de viajeros en Europa enfrentan la posibilidad de ver sus planes de vacaciones de verano seriamente trastocados este fin de semana.
El siniestro, que provocó una "gran bola de fuego", ha llevado al cierre de este aeropuerto cercano a Londres, generando significativas interrupciones en el tráfico aéreo y afectando directamente las conexiones con España.