El Supremo estudia si hubo violencia independentista el 1-O
La rebelión se castiga con hasta 30 años de prisión, mientras que la sedición conlleva penas de hasta 15 años.
Los magistrados del Tribunal Supremo encargados del caso del procés estudian si hubo violencia por parte de los independentistas en el referéndum del 1 de octubre de 2017 y en la protesta frente a la Conselleria de Economía el 20 de septiembre. Según fuentes judiciales, la sentencia considerará probado que sí hubo violencia y sedición.
De esta forma, los jueces rechazan la versión de los acusados, según la cual las protestas soberanistas eran de carácter pacífico. Los líderes independentistas sostienen que no hubo violencia para negar así la sedición y la rebelión, que comportan años de prisión.
El tribunal presidido por Manuel Marchena estaría debatiendo la existencia de hechos violentos, antes de pasar a discutir los delitos concretos para fijar las condenas.
Los siete jueces ultiman así la sentencia, que previsiblemente se dará a conocer el lunes 14 de octubre, un día antes de que Jordi Cuixart y Jordi Sánchez cumplan dos años de prisión preventiva, que es lo máximo que marca la ley.
La Fiscalía siempre ha defendido que hubo rebelión, mientras que la Abogacía del Estado, que representa al Gobierno central, apuesta por la sedición, y las defensas sostienen que solo hubo desobediencia.
Fuentes judiciales sostienen que habrá condenas para los líderes soberanistas y que el debate entre los magistrados se ciñe ahora en los años que los acusados deben pasar en un centro penitenciario.
Las mismas fuentes resaltan que si el tribunal que preside el juez Marchena tuviese previsión de absolverles, ya les habría puesto en libertad incluso sin haber finalizado la sentencia.
La rebelión se castiga con hasta 30 años de prisión, mientras que la sedición conlleva penas de hasta 15 años.
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