Donald Trump defendió la obra, declarando: "Me honra ser el primer presidente en finalmente poner en marcha este proyecto tan necesario, ¡sin costo alguno para el contribuyente estadounidense!
Es una baterista aficionada que, además de su amor por el heavy metal, rinde homenaje a su otra heroína, la ex primera ministra británica Margaret Thatcher, vistiendo trajes azules.
Lo consideran "una ilegalidad flagrante"