La cartografía de los ataques contra la SNCF, estratégicamente distribuidos por el territorio, muestra que hubo una voluntad muy clara que entorpecer el tráfico en ejes esenciales. Los sabotajes tuvieron lugar en Courtalain, en el departamento de Eure y Loira, en Croisilles (Paso de Calais), en Pagny-sur-Moselle (Meuthe y Loira) y en Vergigny (Yonne). Este último pudo ser desbaratado a tiempo.
Lluc Salellas, alcalde de Giriona, ha atribuido el incendio registrado en un tren de mercancías peligrosas a la caída de la catenaria, aunque esta hipótesis está en fase de investigación.
Será una realidad a partir del lunes 22 de julio