Que las mujeres no están en igualdad de condiciones respecto a los hombres no es nuevo. El coronavirus, lejos de ocultar esta realidad, la ha hecho más visible que nunca: la pandemia ha llevado a la pobreza a 47 millones de mujeres y niñas en el mundo, incrementando todavía más la brecha entre mujeres y hombres. Según datos de la ONU, en 2021, por cada 100 hombres de entre 25 y 34 años que viven en la pobreza extrema -es decir, con menos de 1,9 dólares al día-, habrá 118 mujeres de la misma edad y la diferencia será de 121 frente a 100 para 2030.
Manifestación del 8M (EP)
Las mujeres han estado en primera línea de la pandemia -cuidando de los pacientes, de nuestros mayores, encargándose de la limpieza de los centros sanitarios, etc.- y aun así han sido las más perjudicadas. De hecho, en Catalunya ha habido un descenso de la ocupación de las mujeres del 4,1%, mientras que el de los hombres ha sido del 3,9%. Pero además, el confinamiento ha sido para las mujeres mucho peor que para los hombres, ya que los ciudados de los hijos suelen estar a su cargo.
Aunque parece que se ha avanzado en muchos ámbitos, el feminismo sigue molestando a algunos sectores de la sociedad, por lo que la lucha es más necesaria que nunca. El feminismo es protagonista de infinitos debates, y todavía hay muchos hombres que se sienten amenazados y temen perder sus privilegios.
Hay que recordar que el 8M no es un día de fiesta. Es un día de huelga y de reivindicación.El avance del feminismo en las últimas décadas ha sido muy considerable, pero también muy molesto para el patriarcado. A la par que millones de mujeres en todo el mundo nos hemos organizado y hemos roto el silencio, señalando las opresiones, muchos sectores han intentado frenar el avance del movimiento. En muchos países, la desigualdad estructural es más que evidente, pero incluso en aquellos en los que parece que se ha avanzado en igualdad, el camino por recorrer sigue siendo muy largo. Por eso, más que nunca, es necesario el feminismo y es necesario que las mujeres estemos unidas y reclamemos los derechos que todavía no tenemos.