En busca del empuje perdido

Miquel Escudero

Francescdecarreras

                                    Francesc de Carreras, autor del ensayo La densa espiral del silencio.


Francesc de Carreras escribe claro y bien. Acaba de publicar un ensayo de casi cien páginas, La densa espiral del silencio, integrado en el libro Escucha, Cataluña. Escucha, España (Península).


Analiza con detalle la historia del catalanismo político, cómo sus dogmas llegaron a establecerse como ‘imprescindibles’ para hacer política en Cataluña, y concluye que todo nacionalismo identitario contiene en sí mismo el embrión del independentismo. Con el procés, el catalanismo ha entrado en barrena. ¿Hay que rescatarlo? El profesor De Carreras tiene claro que “es un término que debe reservarse a quien se lo ha apropiado, el nacionalismo identitario, que siempre cometerá el error, entre otros, de pretender crear un Estado nuevo en la Europa del siglo XXI”. Para salir de la actual crisis conviene recuperar a un grupo numeroso de catalanes, a base de razones y reivindicando el provecho de permanecer en España. Pero hay otro grupo, ganado por la emoción y la cerrazón, que él ve como irrecuperable.


El criminólogo francés Gabriel Tarde señaló en el siglo XIX el miedo de las personas a quedar aisladas de los demás y su necesidad de ser respetadas y queridas por quienes les rodean.


Francesc de Carreras señala que durante más de 30 años, en Cataluña hubo y todavía hay miedo a la soledad y a la exclusión. El nacionalismo ha dominado la escena y ha excluido -cuidando de que no se notase- a las voces críticas. “Una estrategia muy bien pensada, una obra de ingeniería social que pretende transformar las mentalidades para que no vulneren los principios de esta ideología común”. Se impuso la disyuntiva: o eres catalanista o eres españolista, entendido como anticatalán.


El pujolismo “consiguió dividir a la sociedad en dos bandos, desaprovechando el espíritu de concordia que propició la transición política en toda España”, se procedió a la construcción nacionalista de la sociedad catalana. Pero hay que insistir en que la Cataluña autónoma de estos años ha sido un éxito indiscutible: nunca el bienestar económico y social había sido tan grande ni las transformaciones tan aceleradas. Las autoridades separatistas han enseñado “a despreciar el derecho, a saltarse las normas, sin ocultarlos, haciendo ostentación de ello. Quien no respeta el Estado de derecho no es un demócrata”. Tal cual. Negro sobre blanco. 

1 Comentarios

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Dejando aparte a los secesionistas, que ya sabemos de antemano que lo van a descartar, quizá convendría acompañar el ensayo y el libro que lo contiene con pinganillos (audífonos para sordos) de Sosa Wagner, destinados a las personas independentistas de buena fe...quizá así despierten de su ensueño hipnótico 😊

escrito por Juan 18/sep/17    12:58

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